La universidad de Columbia ha llevado a cabo un estudio en el que ha analizado la inteligencia de los amantes de la tauromaquia en comparación con las personas que están en contra. Hicieron un test de inteligencia a 5000 personas, la mitad aficionados a la tauromaquia y la otra mitad totalmente en contra.
El resultado no deja lugar a dudas, las personas aficionadas a la tauromaquia obtuvieron un 40% menos de de coeficiente intelectual que las personas que están en contra incluso su resultado está por debajo de la media mundial, por lo que se puede decir que para ser aficionado a la tauromaquia hay que ser poco inteligente.
Con estos resultados la universidad intenta explicar el “por qué” de esa horrible afición. Su falta de inteligencia podría ser que no les permita apreciar el sufrimiento que sufren los toros en las corridas y otros eventos. Parece que la solución para el fin de esta práctica sea trabajar en la inteligencia de sus aficionados.