
Los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo en Madrid. Pablo Pérez acudió a la clínica “Cámbiame” para retocarse la nariz ya que la tenía muy grande y deforme. Siempre había estado acomplejado y pensó que por fin se acabaría su problema.
Nada más lejos de la realidad, el día que Pablo tenía su operación, empezó en la clínica a realizar sus prácticas profesionales Elena Nito Del Bosque, becaria de la carrera de cirugía plástica. Aquel día su superior la ordenó ordenar los historiales pero se le cayeron al suelo y los mezcló. Elena no dijo nada y los colocó pensando que no pasaría nada.
El problema fue a la hora de la operación. El cirujano encargado solo se fijó en la operación que debía realizar, que en este caso era unos implantes de pecho de otra usuaria de la clínica. Pablo al despertar y verse la nariz igual se llevó una ingrata sorpresa, pero fue mayor al mirarse sus nuevas tetas. Pablo ha declarado que no le quedan nada mal y que con eso ya nadie le mirará la nariz. Pablo ya tiene cita para realizar un cambio de sexo, eso sí en otra clínica.