Una parroquia contrata a prostitutas para salvar a los homosexuales del pecado.

La libertad sexual es un derecho humano conseguido hace mucho tiempo. Sin embargo a la iglesia nunca le ha parecido bien aunque se haya tenido que resignar y lo acabase aceptando.

Con el resurgimiento de la derecha más rancia con partidos homófobos como Vox han salido de las cavernas las mentalidades más atrasadas del país. Entre estas mentalidades está la del sacerdote del pueblo de Verga.




Este sacerdote ha decidido salvar a todos los homosexuales del pueblo. Para ello acudió a su puticlub de confianza y se llevo con él a unas prostitutas. Convocó a los homosexuales del pueblo con la escusa de que iban a ser aceptados en la Iglesia. Sin embargo cuando acudieron al lugar, el sacerdote había organizado un bukake.




El cura consiguió convencer a los gays diciendo que él mismo participaría con ellos para que se sintieran más seguros. Consiguió que participasen en la fiesta la gran mayoría de los que acudieron.

Hoy en día el número de homosexuales ha crecido notablemente y cada vez son más los que van a la parroquia para practicar estos actos de conversión y así poder librarse del pecado eterno.

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